MARÍA ZAMBRANO

MARÍA ZAMBRANO

He hablado en este blog de numerosas mujeres que supusieron un revulsivo en su tiempo, por salirse del rol femenino de la época y por su aportación en el campo de las ideas y el cambio social. En esta ocasión, quiero recordar a la persona y la obra de una figura clave de la cultura en España: la filósofa María Zambrano.

Fue discípula de Ortega y Gasset, de Zubiri y de García Morente, y desarrolló un pensamiento filosófico que aúna el existencialismo con la tradición clásica. Para Zambrano, existe una “razón poética”, por la que el ser humano es capaz de mirar a su alrededor y analizar el mundo, pero no alcanza a observarse a sí mismo. Esta crisis existencial, el deseo de entenderse, está ligado al momento histórico de la filósofa, la posguerra española, por la que vivió exiliada en París, México, Roma o Ginebra, lugares donde elaboró el grueso de su obra: “El pensamiento vivo de Séneca”, “Delirio y destino”, “El hombre y lo divino” o “Claros del bosque” son algunos de sus títulos.

En estos días, la concepción de la crisis que propone esta autora nos puede ayudar a comprendernos. Según Zambrano, crisis es sinónimo de esperanza, de una fuerza irracional que nos hace superarnos y enfrentarnos al vacío y a la angustia.

En definitiva, María Zambrano propone la reconciliación entre razón y corazón, entre pensamiento y emoción, entre pensar y ser.

A su vuelta del exilio, la filósofa fue reconocida con los premios Príncipe de Asturias en 1981 y el Cervantes en 1988, así como con varios doctorados honoris causa por algunas universidades españolas. Sus restos reposan en su Vélez-Málaga natal.

Os invito a leer algunos extractos de sus obras:

 

Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no solo es permitido, sino exigido, el ser persona.

 

Es posible llegar a destruir un orden y establecer otro, con la consiguiente aureola revolucionaria, en nombre de una tendencia conservadora.

 

Amar es verse como otro ser nos ve.

 

La acción de preguntar supone la aparición de la conciencia.

 

La cultura es el despertar del hombre.

 

La primera realidad que al hombre se le oculta es él mismo.

 

No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero.

 

Solo en soledad se siente la sed de verdad.

 

Todo extremismo destruye lo que afirma.

 

El corazón es centro, porque es lo único de nuestro ser que da sonido.

 

Os deseo una buena semana,

 

Álex Rovira

Alex Rovira