GURÚ

GURÚ

Tiene doce años y medio, que vendrían a ser, dicen, unos noventa en la escala humana.

Conozco pocas almas más buenas, fieles, dulces, incondicionales, nobles, valientes, serenas y puras que él.

Pero se hace mayor: cataratas, sordera, epilepsia, problemas de cadera… Le cuido, le cuidamos, y a pesar de todo el cariño que ponemos en ello, me temo que será breve el tiempo que aún podamos compartir juntos. Siento que se va.

Cuando nació le pusieron Rufli, pero yo le llamo, también, Gurú.

Me ha sacado a pasear durante años, me ha hecho conocer paisajes bellos y personas buenas, me ha enseñado a conjugar el verbo amar.

Fue la primera alma canina que entró en casa, y ahora con él, con nosotros, conviven otros que hemos adoptado o que nos han regalado. Él es el patriarca, pero no ejerce. Sigue manteniendo el alma de cachorro de siempre, la misma que tenía cuando le recogí aquella tarde en el Pirineo.

¿Existirá el cielo? Y en caso de existir, ¿cuántas personas habrá en él? Porque de buenos perros, no me cabe la menor duda, estará lleno.

Y es que hay perros que son bellísimas personas, como Gurú.

Besos, abrazos.

Álex

Alex Rovira