EL ACTO DE VOLUNTAD

EL ACTO DE VOLUNTAD

Descubrí la obra de Roberto Assagioli cuando yo debía de tener, calculo, unos catorce años.

Durante mi adolescencia y juventud pasaba los sábados por la mañana recorriendo las librerías de Barcelona, mi ciudad, en busca de libros de filosofía, psicología, ensayo en general, buscando respuestas a preguntas que hervían dentro de mí y que, gracias a las palabras que encontraba en algunas obras que aún hoy me acompañan en casa. Todos los escasos ahorros que conseguía impartiendo clases particulares a otros chicos y chicas de mi pueblo y barrio, iban a parar a libros que leía por las noches, de madrugada, hasta altas horas.

Recuerdo que uno de los autores que más me impactó fue el italiano Roberto Assagioli. Necesitaría muchas palabras y páginas para hablar de este psiquiatra lúcido que hablaba del poder la voluntad, de que no solo estamos regidos por un inconsciente que gobierna, sino que también disponemos de un supraconsciente que nos inspira, nos regala intuición, conmoción ante la belleza, solidaridad, esperanza, capacidad de amar.

No es una lectura fácil. Assagioli exige, amablemente, pero pide al lector. Y no quería dejar pasar la oportunidad que me brinda la bitácora digital para agradecer a este sabio italiano de aspecto afable y sobrio, su obra, su lucidez y su mensaje a favor del ser humano. Concretamente su obra “El Acto de Voluntad” marcó una inflexión en cómo percibí el mundo, como lo hiciera la obra de Viktor Frankl, de Stefan Zweig, André Comte-Sponville, o de Emilio Lledó, entre tantos otros.

Besos y abrazos,

Álex

Alex Rovira