JANE AUSTEN

JANE AUSTEN

La autora de historias atemporales, deliciosas, irónicas y que retratan con gran atino una época, a saber: “Sentido y sensibilidad”, “Orgullo y prejuicio”, “Emma”, “Mansfield Park”… se ha convertido en una de las escritoras más leídas y admiradas de la literatura inglesa.

Jane vivió de 1775 a 1817 y fue educada por su padre y sus hermanos mayores, además de ser una cuidada autodidacta. Empezó su carrera literaria con novela epistolar, para adentrarse en la ficción romántica dentro ya del Realismo, en la que describe a la perfección el vivir y el sentir de la clase pudiente de su entorno.

Destaca la importancia caudal para la mujer de “casarse bien” para asegurarse bienestar y estatus social, con comicidad. Ella misma aceptó una propuesta de matrimonio por mantener a su familia, aunque después declinó la oferta. De hecho, nunca se casó.

Su vida transcurrió entre actividades artísticas en casa de sus progenitores, primero en Steventon y después en Bath y Southampton, para regresar a una casa de campo en Chawton, donde vivió los últimos ocho años de su vida y escribió sus títulos más célebres. De hecho, Austen fue una escritora apreciada en su tiempo y, pese a no ser superventas, pudo vivir de sus libros.

Hoy, esta casa es un museo, visitado por numerosos seguidores de su obra cada año. Sus historias se han llevado con éxito al cine y al teatro, también.
Recordamos algunas de sus citas más famosas:

 

Nadie se queja de tener lo que no se merece.

 

Las tonterías dejan de serlo cuando son realizadas de forma atrevida por gente con sensibilidad.

 

La ironía es la unión de verdades contradictorias para crear una nueva verdad sonriendo o riendo.

 

Y confieso que, si la verdad no se dice con una sonrisa, yo la considero falsa y una negación de la naturaleza humana en sí misma.

 

La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros.

 

Sé quien eres y di lo que sientes, porque aquellos a quienes les importa no importan y los que sí importan no les importa.

 

La sabiduría es mejor que el ingenio y, a la larga, sin duda, tendrá la risa de su lado.

 

Hay personas que mientras más se haga por ellos, menos harán por sí mismos.

 

No hay encanto igual a la ternura de corazón.

 

Mi idea de buena compañía es la compañía de gente inteligente, bien informada que tienen una gran conversación; eso es lo que yo llamo buena compañía.

 

Del pasado no hay que recordar más que lo placentero.

 

Feliz semana,

Álex Rovira

Alex Rovira

JANE GOODALL

Una vida y una labor excepcionales nos remiten a la figura de la naturalista, primatóloga y activista inglesa de 81 años Valerie Jane Morris Goodall. El centenar largo de premios internacionales por su empeño científico respecto al estudio del comportamiento de los chimpancés y por promover una vida más respetuosa y sostenible para con el medio ambiente lo atestiguan.

Su sueño de infancia de viajar a África y de estar cerca de los animales se cumplió, pese a proceder de una familia modesta, al conocer a Louis Leakey, paleoantropólogo que la contrató como su asistente y posteriormente la mandó a Tanzania para estudiar chimpancés en su hábitat. En ese período, Goodall descubrió que estos primates se valían de herramientas, el primero de muchos hallazgos que han revolucionado durante sus casi 60 años de investigaciones el concepto que teníamos de los monos.

Su área de estudio científico se ubica en Gombe, aunque a partir de 1977, con la creación del Instituto Goodall, su activismo en pro de la protección y rehabilitación de chimpancés y de concienciación se extiende por varios países. Estas actividades están coordinadas desde las 28 oficinas del Instituto repartidas por el mundo. En este sentido, su programa de educación ambiental Roots&Shoots está en marcha en 130 países. Como antigua presidenta de Advocates for Animals, Jane Goodall también luchó para que no se usaran primates para fines publicitarios, zoos o investigación médica.

Ha estado casada dos veces y tiene un hijo de su primer matrimonio.
Leamos algunas reflexiones de Jane Goodall:

 

Ahora que finalmente nos hemos dado cuenta del terrible daño que hemos ocasionado al medio ambiente, estamos extremando nuestro ingenio para hallar soluciones tecnológicas. La tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón.

 

¡Piensa cada día en las consecuencias de tus acciones, en lo que comes, lo que compras, en qué medio te mueves! Estos detalles tienen un gran significado. Si los consideramos, sería un cambio sin precedentes. Tenemos el tiempo muy justo. ¡Hazlo ya!

 

Los chimpancés me han dado tanto… Las largas horas compartidas con ellos en la selva han enriquecido mi vida más allá de lo imaginable… Lo que he aprendido de ellos ha modelado mi comprensión de la conducta humana y de nuestro lugar en la naturaleza.

 

Luego de que los chimpancés tienen una pelea, la víctima alza y abre sus brazos en busca de tranquilidad: quiere ser abrazado o palmeado, asegurarse de que el vínculo aún está a pesar del enfrentamiento. Así es como se restaura la armonía social y personal.

 

Lo que ocurre es que si tienes un cerebro tan sofisticado y astuto como el nuestro, pero lo desconectas del corazón –en el sentido literario del corazón como la sede del amor y la compasión–, entonces lo que surge es una criatura muy peligrosa. Y eso es lo que somos ahora mismo.

 

[La destrucción del hábitat] Está a menudo vinculada a la codicia y el materialismo del mundo desarrollado.

 

La estabilidad económica debería consistir en mejorar el nivel de vida de los que no tienen nada, y reducir el nivel de vida egoísta de tanta gente que tiene mucho más de lo que necesita. ¿Qué sentido tiene coleccionar tantas cosas?

 

Feliz semana,

 

Álex Rovira