SAKURA

SAKURA

Sakura significa flor del cerezo, en japonés.

Es breve, efímera, bellísima, frágil. Una metáfora de la vida.

Existir no implica vivir. Se puede existir desde la inconsciencia, mientras que la vida bien vivida requiere consciencia.

La contemplación de la belleza nos despierta a la vida, nos hace apreciar su fragilidad, el valor de cada instante, nos hace tomar consciencia de que somos, simplemente, presente. Por ello, quizás, la contemplación de la flor del cerezo en todo su esplendor y belleza nos invita a conectar con lo esencial y a apreciar aquello extraordinario que nos rodea y que puede pasarnos inadvertido.

Sakura nos invita al aquí y al ahora, a la contemplación del latido de la vida, de la belleza extraordinaria y frágil, del instante que es y que se desvanece.

Feliz día, feliz vida.

Besos, abrazos,

Álex

Alex Rovira