Este es un libro maravilloso, excepcional, para el que me faltarían calificativos.
He regalado decenas de ejemplares de él a amigos, seres queridos, a quienes, por un motivo u otro, sentía que su lectura podría aportarles lucidez, serenidad, o simplemente confortarles ante una situación difícil de la vida.
No admite una única clave de lectura, ya que es una meta-metáfora de la existencia.
Un libro que merece tener cerca y releer a lo largo de la vida, porque siempre tiene algo amable que regalarnos.
Extraordinario Stefan Zweig, un autor de referencia.
Besos, abrazos.
Álex