JOSÉ ORTEGA Y GASSET

JOSÉ ORTEGA Y GASSET

Brillante filósofo, pensador y ensayista de la primera mitad del s.XX, el madrileño José Ortega y Gasset se presenta como uno de los máximos representantes del Novecentismo. Estudió en las universidades de Deusto, en Bilbao, y en la Central de Madrid, además de en varias instituciones universitarias alemanas.

Como Doctor en Filosofía, Ortega y Gasset se interesó por la razón de vivir (raciovitalismo) y contribuyó a desarrollar la teoría del perspectivismo. Así, de él parte la idea de “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, de su obra “Meditaciones del Quijote”. A grandes rasgos, la vida es la realidad donde podemos tomar decisiones y crear lo que ocurre, concretar esta realidad mediante esta razón vital. Esto sucede porque cada persona puede darle forma a su mundo en dependencia de cómo lo ve, desde su punto de vista. La realidad es subjetiva, y la sociedad es la suma de todas esas perspectivas individuales.

Siempre vinculado al periodismo y a la política, fue un prolífico articulista; uno de sus hijos, José, fruto de su matrimonio con Rosa Spottorno, fundó el periódico El País. La pareja tuvo dos hijos más.

A su labor como profesor, une su actividad en publicaciones como El Sol, donde aparecieron, como folletines, sus obras “España invertebrada” y “La rebelión de las masas”. Impulsó, también, la creación de otras publicaciones filosóficas clave, como la Revista de Occidente, la Escuela de Madrid o el Instituto de Humanidades, ya en el exilio, donde compartía pensamiento e impartía clases.

De hecho, la Guerra Civil española le forzó a exiliarse y vivió en varios países, para establecerse en Lisboa, Portugal. Pese a su gran influencia en la filosofía española del siglo pasado, hasta su muerte en 1955 no se le concedió el reconocimiento que merecía por el clima político de España. Repasemos su pensamiento:

 

Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender.

 

No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.

 

Solo cabe progresar cuando se piensa en grande, solo es posible avanzar cuando se mira lejos.

 

La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.

 

Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes.

 

Yo soy yo y mi circunstancia.

 

La civilización no dura porque a los hombres solo les interesan los resultados de la misma: los anestésicos, los automóviles, la radio. Pero nada de lo que da la civilización es el fruto natural de un árbol endémico. Todo es resultado de un esfuerzo. Solo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde.

 

En tanto que haya alguien que crea en una idea, la idea vive.

 

El mundo es la suma total de nuestras posibilidades vitales.

 

Los hombres no viven juntos porque sí, sino para acometer juntos grandes empresas.

 

Muy feliz semana,

Álex Rovira

Alex Rovira

José Luís Sampedro

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Hace poco más de un año nos dejó José Luís Sampedro, un ser humano excepcional, íntegro, comprometido, sabio. Aunque quise rendirle homenaje con otro post en mi blog Reflexiones, deseo también compartir rasgos sobre su vida y obra en este blog.

Nacido en Barcelona en 1917, en el seno de una familia con referentes cubanos, filipinos, argelinos y suizos, vivió su infancia e inicio de la adolescencia en Tánger, para ser movilizado después, debido a la Guerra Civil española, a Melilla, Guadalajara, Cuenca y a algunas zonas de Cataluña. En Melilla, fue funcionario de aduanas. En estos años, por otra parte, ya cultivaba la poesía y escribió su primera novela, “La estatua de Adolfo Espejo” (publicada, sin embargo, en 1994).

Siendo ya un destacado economista y habiéndose casado y sido padre de una niña, fue nombrado asesor del ministro de Comercio y, años más tarde, Catedrático de Estructura Económica por la Universidad Complutense de Madrid. Como docente, escribió obras sobre economía y ejerció de profesor visitante en las universidades británicas de Salford y Liverpool, y en la estadounidense Bryn Mawr. Compaginó esta actividad con puestos en el Banco Exterior y en el Ministerio de Hacienda. Fue elegido senador de las primeras Cortes en democracia.

Los años 80 del pasado siglo representaron para José Luís Sampedro el comienzo de una exitosa carrera literaria, con libros tan celebrados como “La sonrisa etrusca”, “Octubre, octubre” o “El amante lesbiano”. En 1990, ingresó en la Real Academia Española de la Lengua. Ese mismo año, se casaría por segunda vez.

Hombre muy lúcido y adaptado a los tiempos, fue un ejemplo de humanismo y criticó la decadencia del sistema capitalista y de valores en los países occidentales. Así, prologó en castellano el libro que inspiró el movimiento del 15M, “¡Indignaos!”, de Stéphane Hessel. Recibió numerosos premios, entre los que destaca la Orden de las Artes y las Letras de España 2011.

José Luís Sampedro dijo:

 

El tiempo no es oro; el tiempo es vida.

 

El sistema está roto y perdido, por eso tenéis futuro.

 

Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe.

 

¿Tenemos mucho tiempo libre para vivirnos, o pedimos constantemente que nos vivan? ¡No hemos aprendido a vivir!

 

Hay una cosa que me preocupa: hasta qué punto se están destruyendo valores básicos. No hablo ya de derechos humanos, sino de la justicia, la dignidad, la libertad, que son constitutivas de la civilización.

 

Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar.

 

Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme.

 

Qué importa mi boca cerrada, ¡cuando piensas con el alma te oyen!

 

La vida es un arder y el que no arde no vive.

 

Muy feliz semana,

Álex Rovira