JOAN MARGARIT

JOAN MARGARIT

Hijo de maestra y de arquitecto, Joan Margarit, excelente poeta y también arquitecto, nació en Sanaüja (Lleida), en plena Guerra Civil española. La familia vivió en Rubí, Figueres, Girona y Barcelona al acabar la contienda, y se mudó a Canarias en 1954, aunque Joan regresaría a Barcelona para cursar estudios de arquitecto.

Establecido como tal con su socio Carles Buxadé y casado desde 1962, Margarit empieza a cultivar la poesía. A principios de los años 60, es apreciado por su obra, pero deberá pasar una década para que escriba y publique “Crónica”. En 1980, comienza su obra poética en catalán. Para él, lo que no es pragmático, que no bebe de la realidad, no es poesía. Sin ésta, “el hombre se encuentra a la intemperie”.

De su extensa obra, merecedora del Premio Nacional de Poesía y el Premio Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya, citaremos “Joana”, “Casa de Misericordia”, “L’ordre del temps”, “Se pierde la señal”.

Joan Margarit opina…

 

La exactitud no es más que una manía si no va acompañada de la concisión y el amor.

 

¿Conoce usted a alguien que haya dejado de acudir a una cita amorosa por falta de tiempo?

 

Lo malo es que la ignorancia de los políticos, su posible percepción de que la cultura es un adorno, acaba siendo ignorancia legislativa y administrativa y, por tanto, llegará a alcanzar a los mismos educadores. Y entonces llegará ese cénit terrible, que es cuando el mal maestro dice: la culpa es del sistema. Y se cierra el ciclo de la incultura.

 

La inspiración existe, sin inspiración no hay obra de arte.

 

La vida es como un mural en el que todo el mundo pone una pincelada y luego se marcha; y el mural continúa. La palabra ‘original’ ha hecho mucho daño al Arte.

 

Al miedo no lo eliminas nunca. Al igual que al amor. Son dos potencias que deben ser parte de la misma fuerza. No se ha inventado una pastilla que lo elimine. Es imposible no sentir miedo, pero es posible desactivarlo, y es lo que hay que hacer. No se debe eliminar de manera directa, porque sino creas héroes. Y el héroe, como ya sabemos, es un tío que huye hacia adelante en vez de hacia atrás. Huye igual. Hay que desactivar el miedo, que significa conocerlo, a través de la inteligencia: la ciencia, el arte, la cultura. Para eso sirve la cultura.

 

El equipo del asesino
Entre los desastres apilados como sacos,
la vida me ha dejado tu amor.
No importa el silencio de la noche,
el coche negro que ha apagado los faros
y el saxo que se siente, flojo, en la radio.
Lo que debe ser impecable es el disparo:
peligroso y certero. Como tú en mi vida.

 

Sentido último
Hay niebla y es de noche. Desde el insomnio veo
toda la oscuridad que está esperándome
posada como un ave sobre lo que perdí.
He abierto la ventana. Se disipa la niebla.
No podría olvidar todo lo que te debo:
el último sentido de la palabra amor.
Brutal de tan exacto, el cielo de la noche.

 

Feliz y poética semana,

Álex Rovira

Alex Rovira