PERDERSE PARA ENCONTRARSE

PERDERSE PARA ENCONTRARSE

A veces hay que perderse para encontrarse. Me gusta perderme en el bosque, recorrer caminos conocidos, y abrir senderos hacia no sé dónde

A veces hay que perderse para encontrarse… Es otoño, y el hayedo pierde sus hojas. Se mostrará desnudo, dejando una capa espesa de humus que será alimento perenne.

En el camino que sube hacia el Pla de la Calma, el ambiente de este otoño todavía joven regala un silencio impagable.

Me gusta perderme en el bosque, recorrer caminos conocidos, y abrir senderos hacia no sé dónde.

Y reconocer el paso del tiempo en el mismo lugar del camino: en el árbol y arbusto que crece, en las flores que cada primavera nos sorprenden, en el olor de la tierra que en cada estación es distinto.

Reconozco que cada vez me cuestan más las ciudades, con sus ruidos, sus humos, sus prisas, sus falsas urgencias. Y necesito perderme en estos caminos que considero sagrados. Perderme para encontrarme, y así, poder darme.

¿Necesitas tú también perderte para encontrarte?

Besos y abrazos,

Álex

Alex Rovira