PEARL S. BUCK

PEARL S. BUCK

Pearl S Buck pasó los primeros 40 años de su vida en China, su cultura milenaria inspiró historias en las que retrata a sus gentes y sabiduría

«Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad».

En cuántas ocasiones hemos reflexionado y disfrutado con esta cita de la escritora y Premio Nobel de Literatura Pearl Comfort Sydenstricker Buck o Pearl S Buck para abreviar (Estados Unidos, 1892-1973). Es una de las perlas de sabiduría (valga la redundancia con su nombre) que nos dejó en su prolífica obra, de más de 80 libros.

Siendo sus padres misioneros, Pearl pasó los primeros 40 años de su vida en China, y es esta cultura milenaria la que inspiró sus historias. En ellas, retrata a sus gentes y su sabiduría (en especial, los valores esenciales de las personas), de una manera delicada y amable. Cultivó el relato, la poesía, la dramaturgia, la literatura infantil, la biografía y hasta escribió un libro de cocina. Sus escritos fueron primero publicados en revistas como Nation, Asia o Atlantic Monthly, para ser luego distribuidos por editoriales. Recordamos títulos como “Viento del este, viento del oeste”, “La buena tierra” –novela también ganadora del Premio Pulitzer–, “El ángel luchador”, “La estirpe del dragón” o su libro de memorias “China, como la he visto”.

Se casó dos veces y, tras morir una hija biológica, adoptó a 7 niños, ya viviendo en una granja de vuelta en Estados Unidos. En su país de origen, se sumó al activismo por los derechos humanos civiles y de la mujer. Su experiencia en Oriente la animó a fundar las asociaciones East and West, por el intercambio cultural entre Occidente y Oriente y Welcome House, una agencia de adopción de niños asiáticos. Con su Fundación Pearl S. Buck también ayudó a huérfanos asiáticos que no podían ser adoptados.

Disfrutemos ahora de más frases de esta talentosa escritora y activista:

 

El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo el vino diario de la vejez.

 

No esperes a que cambie tu estado de ánimo, tu mente debe saber que tiene que ponerse a trabajar.

 

El secreto de la alegría en el trabajo está contenida en una palabra: excelencia. Saber cómo hacer algo así es disfrutarlo.

 

El crecimiento en sí contiene el germen de la felicidad.

 

No puedes obligarte a ti mismo a sentir algo que no sientes, pero si puedes obligarte a hacer el bien, a pesar de lo que sientes.

 

La verdad es siempre emocionante. La vida es aburrida sin ella.

 

La verdadera sabiduría de la vida consiste en ver lo extraordinario en lo común.

 

Estar contentos con poco es difícil; con mucho, imposible.

 

Disfrutar con el trabajo es hallar la fuente de la juventud.

 

Muy feliz semana,

Álex Rovira

Alex Rovira