TODOS LO SABEMOS

Inmersos en el marasmo nacido de la más radical avaricia e indecencia, donde:

… Hay tesoreros de partidos políticos que amasan fortunas multimillonarias que evaden a paraísos fiscales;
… imputados por causas de corrupción en todas las formaciones políticas (eso sí, algunas con muchas más causas abiertas que otras);
… con un paro rampante que no para de aumentar y sin punto de inflexión a la vista;
… una Reforma Laboral que hasta la fecha solo ha provocado un aumento del caudal de la sangría;
… una buena parte de nuestras Cajas de Ahorros arruinadas por incompetentes avariciosos que ocupaban cargos de Consejeros (procedentes de partidos políticos, sindicatos y privados) sin tener ni la más mínima capacitación ni consciencia del patrimonio y depósito que gestionaban de tanta buena gente.

… Esos falsos gestores y consejeros que han arruinado a decenas de miles de familias de toda España, pero que se han retirado con millones de euros en el bolsillo, robados al campesino, al jubilado, al estudiante, al ama de casa, al trabajador, robando bajo el título de “Acciones Preferentes” (preferentes para los que se han quedado la pasta);
… Inmersos en unos recortes que afectan sobre todo a los maestros y al personal que cuida de nuestra salud haciendo más horas que un reloj.

… Donde emprendedores y autónomos cierran sus pequeños negocios porque no hay crédito ni liquidez (ya que los propios bancos que deberían prestarlo invierten en deuda pública, que les da más rendimiento con mucho menos riesgo, porque para ellos lo que cuenta solo es ganar).

… Donde los Expedientes de Regulación de Empleo crecen sin parar también (eufemismo, son Despidos en Masa y así deberían llamarse para saber de qué estamos hablando) cada día, de los de verdad, de los que provocan angustias, desvelos, insomnios y desesperación. (Hay otros EREs, falsos, que han hecho que varios delincuentes con cargo político robaran sin complejos y a destajo los recursos públicos);
… En un país en el que derecha e izquierda, nacionalistas y no, todos, tienen manzanas podridas en la cesta, más de una, y más de dos, y algunos ni saben cuántas.
… Con desahucios diarios que son violaciones a la dignidad humana, procurados al amparo de una legalidad inmoral, repito, de una legalidad que es profundamente falta de ética y de respeto a la dignidad humana (sí, la ley puede ser inmoral, véanse leyes promulgadas por dictadores, por ejemplo) que favorece al banquero multimillonario amparado por el poder y sus indultos, mientras hunde la vida al que quería alquilar y le colocaron el piso porque sería suyo de por vida y a un precio muy bajo.
… Desahucios que implican la carga de una deuda a treinta años o más para el que la firmó, por un activo que no valía ni mucho menos lo que costaba y que no se admite en pago por la deuda contraida.

Y tanta infamia más…

Estafa, avaricia, usura, mezquindad, miseria, pobreza, impunidad, latrocinio, despotismo, oligarquías, exceso, inconsciencia, indiferencia, infamia, ignominia, indolencia, mentira, farsa, impudor, descaro, cinismo, oprobio, desprecio, fraude, abuso, burla, robo, dolo, obscenidad, atraco, rapiña, marasmo, inercia, dejadez, náusea, desazón, vértigo, injusticia, sinsentido, vergüenza, indecencia, desesperación… ¡BASTA YA!

TODOS LO SABEMOS: todos tenemos ya más claro que el agua que esto no es una Crisis. Es la lista de todos los conceptos del párrafo anterior.

¿Dónde está la justicia? ¿Está en Garzón, el único condenado por la trama Gürtel, por querer saber más? Condenado el juez (¡!), es la primera costura que va a reventar y a mostrarnos que la inmensa mayoría de las élites políticas de este país, del signo y origen que sean, manejaban la corrupción global y local a sus anchas extrayendo los recursos de unos contribuyentes que cada día están siendo más drenados.

Sí, todos lo sabemos. Y todos, o muchos, cada vez más, también nos preguntamos.

¿Dónde está el sentido? Si hay recortes, dime para qué. Dime, tú que gobiernas, que mi esfuerzo de hoy será para que mis hijos recuperen la sanidad que merecen y que mis padres conquistaron tras años y años de esfuerzos.

Dime, tú que gobiernas o aspiras a hacerlo, que el maestro (Magister, el que se ocupa de lo más grande, nuestros hijos, nuestro futuro) será reconocido y remunerado en el futuro tanto o más que el Ministro (Minister, el que se ocupa de lo pequeño, de la gestión de lo material).

Dime, tú que gobiernas o aspiras a hacerlo (espero que con verdadera vocación de servicio), que en el alma de nuestros hijos y en la cultura que sepamos darles está un futuro de esperanza, y que harás todo lo posible para garantizarlo, porque hay de sobras para todos si repartimos y gestionamos bien. Pero no hay suficiente, si tanto ladrón amparado en las perversiones de un sistema que promueve la fortuna que nace de la mentira y manipulación del «poderoso». «Poderoso» que evade a paraísos fiscales millones de euros que quedan en anotaciones contables estériles, que a lo sumo sirven para comprar el capricho obsceno, la banalidad que no vale lo que cuesta, la máscara sonriente de marca obscenamente cara que oculta un vacío interior incolmable. Son el sello de la corrupción y la miseria moral de una minoría que se auto-protege y ampara, que se tapan las vergüenzas unos a otros, o que apuntan a ellas para evitar que se miren las suyas más de cerca.

Dime tú que gobiernas o aspiras a hacerlo si, insisto, seguiremos conviviendo con leyes que son profundamente inmorales, y ante las cuales los propios jueces que son buena gente sienten tristeza, impotencia y frustración. Dime que no ocultarás a tu compañero de filas si sabes que es indecente lo que ha hecho, que primarás la transparencia por encima de la ocultación del perverso.

Dime, tú que gobiernas, que los que cuidan de nuestra salud tendrán los medios para sanar a quien no puede por su vejez, o por su falta de trabajo, o porque vino de lejos y no tiene más que la ropa que lleva.

Dime, tú que gobiernas o aspiras a hacerlo, que procurarás que los que más tienen y sus hijos, desarrollarán una consciencia solidaria gracias a la educación y la cultura que propiciarás en los medios y en las aulas. Y que enseñarás a los niños a diferenciar valor y precio, y necesidad de deseo. Dime que les enseñarás de verdad valores para vivir: coraje, responsabilidad, propósito, humildad, sobriedad, coherencia, y tantos otros.

Y que escucharás la voz del pueblo, de verdad. Que oirás con atención lo que te piden y te dicen. Que bajarás de tu vehículo oficial que te lleva de alfombra roja en alfombra roja y de despacho en despacho, aislado del mundo, y que lo harás para ver qué sucede en el hogar de la anciana que vive sola y con una pensión miserable, que querrás ver el pueblo casi deshabitado y arruinado, que te moverás por las calles de los barrios más necesitados, que aprenderás de los que saben cooperar y tiran adelante porque saben que su yo es un nosotros.

Dime que serás transparente. Porque más que justo (viendo cómo va la justicia y las leyes que promulgan los hombres), te quiero transparente si has decidido ofrecerte como servidor o funcionario de lo que es de todos. Porque si no lo eres, devienes disfuncional, y tus disfunciones las pagamos todos, con intereses que nos están arruinando el presente, y el futuro. Dime que si no sabes, no te presentarás.

Y tanto más que quisiera decir y tantas cosas que me dejo.

Esto no va. NO VA. Ni va a ir a menos que se produzca una regeneración total: crisis, crisálida, crisol, crítica, criterio, criba. Ése es el verdadero fin de una crisis, un renacimiento total.

Seamos causas del cambio. De la denuncia.

Merecemos otra vida.

¿Qué podemos hacer? Aplicarnos lo que no queremos. Convocar en cada instante lo mejor de nosotros. Denunciar y hacer ver las infamias. Hacer hervir las redes cuando sea necesario. Adherirnos a las iniciativas populares que puedan devenir la creación de leyes verdaderamente justas y éticas. No ocultar ni hacernos cómplices del verdugo, de los verdugos de nuestra sociedad. Actuar con una sola voz que se teja del diálogo de aquellos que ya no queremos dar ni una miga de pan al chorizo.

Abrazos a la buena gente.

Álex Rovira

P.D. Me llegó este fin de semana este texto y vídeo. Da qué pensar.

MOMENTO MÁGICO EN LA OPERA DE ROMA

El pasado 12 de marzo, Silvio Berlusconi debió enfrentarse a la realidad. Italia festejaba el 150 aniversario de su creación y en esta ocasión se representó en Roma la ópera «Nabucco», de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Riccardo Muti.

«Nabucco» evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y el famoso canto «Va pensiero» es el canto del coro de esclavos oprimidos. En Italia, este canto es un símbolo de la búsqueda de la libertad (en los años en que se escribió la ópera, Italia estaba bajo el Imperio de los Habsburgo).

Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde de Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso en el que denunciaba los recortes del presupuesto de cultura que estaba haciendo el Gobierno, a pesar de que Alemanno es miembro del partido gobernante y había sido ministro de Berlusconi.

Esta intervención del alcalde, en presencia de Berlusconi que asistía a la representación, produjo un efecto inesperado. Riccardo Muti, director de la orquesta, declaró al Times: «La ópera se desarrolló normalmente hasta que llegamos al famoso canto «Va pensiero». Inmediatamente, sentí que el público se ponía en tensión. Hay cosas que no se pueden describir, pero que uno las siente.

Era el silencio del público el que se hacía sentir hasta entonces, pero cuando empezó el «Va Pensiero», el silencio se llenó de verdadero fervor. Se podía sentir la reacción del público ante el lamento de los esclavos que cantan: «Oh patria mía, tan bella y tan perdida».

Cuando el coro llegaba a su fin, el público empezó a pedir un bis, mientras gritaba «Viva Italia» y «Viva Verdi». A Muti no le suele gustar hacer un bis en mitad de una representación. Solo en una ocasión, en la Scala de Milan, en 1986, había aceptado hacer un bis del «Va pensiero».

«Yo no quería solo hacer un bis, tenía que haber una intención especial para hacerlo», dijo Muti.

En un gesto teatral, Muti se dio la vuelta, miró al público y a Berlusconi a la vez, y se oyó que alguien entre el público gritó: «¡Larga vida a Italia!».

Muti dijo entonces:»Sí, estoy de acuerdo: «Larga vida a Italia, pero yo ya no tengo 30 años, he vivido ya mi vida como italiano y he recorrido mucho mundo. Hoy siento vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra petición de un bis del «Va pensiero». No es solo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al Coro que cantó «¡Ay! mi país, ¡bello y perdido!» , pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso, nuestra patria, estaría de verdad «bella y perdida».

Muchos aplausos, incluidos los de los artistas en escena. Muti prosiguió: «Yo he callado durante muchos años. Ahora deberíamos darle sentido a este canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos el «Va pensiero».

Toda la Ópera de Roma se levantó. Y el coro también. Fue un momento mágico. Esa noche no fue solamente una representación de «Nabucco», sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los políticos.

En el vídeo se puede vivir ese momento mágico, lleno de emoción.

Alex Rovira