NAVEGAR

NAVEGAR

Lejos, muy lejos, un pequeño velero emerge de perfil. Son sus velas blancas las que lo delatan, iluminadas por el sol del Mediterráneo que regala luz abundantísima. Como una acuarela, la pequeña nave parece casi flotar sobre la línea del horizonte.

No dejamos de ser navegantes por esta vida, a veces náufragos, a veces con el timón en la mano.

No nos han enseñado el arte de navegar por la vida. Lo aprendemos cuando nos toca lidiar con el temporal. Está pendiente la asignatura de aprender a vivir, de amar a la vida, de amar a la verdad, la filosofía, tan bella, tan necesaria, tan vital, literalmente. Nos olvidamos de ellas, las relegaron, y estamos pagando el precio. Si hubiera más filosofía, habría más cultura, y menos estafas como las que estamos viviendo en este eufemismo al que llaman crisis, cuando en realidad es un robo.

Conócete a ti mismo. Sé quien eres. Nos decían los oráculos y los sabios maestros del Mediterráneo oriental.

La novedad, hoy, está en volver a ellos: Sócrates a través de Platón, Epícteto, Aristóteles y tantos otros que conviene leer en un gesto que se me antoja más conversación que lectura.

Bendito sea este Mediterráneo tan bello. Y benditos sean aquellos que nos invitaron a amar la reflexión. Resucitarlos está en nuestras manos, en un gesto simple, abrir y leer su legado.

Y a navegar por esta vida que nos ha sido dada, aunque sea a pie.

Besos y abrazos,

Álex

Alex Rovira