¿ES EL AMOR UN CANDADO?

En París, abrazados en las barandas del Pont des Arts, sobre el Sena, centenares, miles de candados se muestran al viajero como símbolo del amor. Muchas parejas de todos los lugares del mundo colocan su candado en él. También lo hacen algunos grupos de amig@s, e incluso, a veces, se observa a alguien solitario colocando su candado allí.

No hace mucho estuvimos de viaje en París y, paseando, llegamos hasta este puente. Cámara en mano me dediqué a fotografiar muchos candados. Los hay de todo tipo, grandes, pequeños, de colores, de plástico, de acero, llamativos, discretos, de llave, de código numérico, de cadena, convencionales, sorprendentes… Mientras iba haciendo las fotos, muchas preguntas se amontonaban en mi cabeza:

¿Cuántos candados fueron puestos desde un gesto de amor sincero, convencido, verdadero?

¿Cuántos se encadenaron allí con dudas profundas por parte de algún miembro de la pareja?

¿Cuántos se pusieron con la vocación de un amor duradero?

¿Cuántos se encajaron sabiendo que la relación estaba tocada y tenía un futuro incierto?

¿Cuántas parejas de las que colgaron su candado siguen siéndolo, y en caso de que no lo sean, qué pasó que llevó a la separación?

¿Es el candado el símbolo más adecuado para expresar el amor?

Y tantas otras…

La imagen da mucho que pensar y sentir. Metáfora de esta vida, el puente, y de la voluntad de amar de quienes decidieron expresarlo así, seres anhelantes de expresar y recibir amor.